1. Boulding y la economía ecológica

Los promotores y fundadores de esta línea de pensamiento son los economistas K.E. Boulding; H. E. Daly y Nicolas Georgescu Rogen y los ecologistas C.S. Hollihg y H. T. Odum. Estos autores contribuyeron con una serie de textos y artículos que jugaron un papel trascendental en el desarrollo de la economía ecológica. A finales de la década de los sesenta, H. E. Daly propone la idea del "Estado Estacionario de la economía" asociado con el objetivo de minimizar el uso de materiales y energía en la economía. Esta fue una contribución esencial al debate del crecimiento. Este autor también escribió extensamente sobre la escala física de la economía, sobre el medio ambiente y los tratados internacionales y los indicadores de bienestar sostenibles (J. Van Den Bergh. 2000).
K.E.Boulding se dio a conocer en la economía ecológica con su ensayo "The Economics of the Coming Spaceship Earth" publicado en 1966. En donde el autor presenta al planeta tierra como una "nave espacial" que parte a realizar un largo viaje, en donde solo tendrá una fuente de energía externa: la energía solar, tendrá unas existencias de recursos dependiendo de su capacidad para almacenar elementos antes de partir, pero, a medida que disminuyan las existencias, también lo hará la esperanza de vida para aquellos que están a bordo de la nave, de no ser, claro está, que encuentren algún modo de reciclar el agua y materiales y generar fuentes de alimento. El trabajo de Boulding destaca la necesidad ver la tierra como un sistema económico cerrado, en el que la economía y el medio ambiente no se caracterizan por tener relaciones lineales, sino por una relación circular. Esta metáfora de la nave espacial refleja las implicaciones del principio del balance de masas y puede también ser vista como una premonición de la visión moderna de los problemas ambientales globales.


"Existen otras ideas realmente extremas tales como las de Kenneth Boulding, Isaac Asimov y Garrett Hardin, que comparan a la Tierra con una nave espacial o con un barco a la deriva. Muchas ideas exponen la situación de si hay suficiente comida para la gente de la élite del barco o la nave. Si no hay suficiente comida para alimentar el excesivo número de gente (los pobres, las masas) ellos deben ser lanzados fuera de la borda (asesinados por guerras o epidemias). Estos "razonamientos" proveen una justificación para controlar la curva del crecimiento poblacional y la destrucción del exceso de población por cualquier medio, incluyendo las guerras, los genocidios, las epidemias, las hambrunas, las depresiones económicas y hasta el terrorismo. Estos razonamientos también proveen justificación para preservar el medio ambiente en una manera extrema (ambientalismo o ecologismo extremista). A partir de esto, nosotros podemos deducir que los conflictos, guerras, genocidios y masacres en Africa, Bosnia y Oriente Medio o en cualquier lugar, jamás serán resueltas. El Ambientalismo o Ecologismo se ha vuelto un pretexto poderoso para implementar depresiones económicas controladas." (Pearce and Turner. 1995)
Boulding recomienda un método para controlar la población, por el simple expediente de crear un mercado de niños. Según Boulding, cada persona tendría derecho a recibir certificados que le permitieran --sumando sus derechos con los de su pareja-- tener un número de hijos igual al de la tasa de reemplazo poblacional. Si la tasa de reemplazo es dos, cada persona recibiría certificados de valor de uno. Estos permisos se podrían negociar en el mercado. Aquellos que tienen más niños se verían obligados a pagar o comprar estas licencias a aquellos que no quisieran tenerlos o se contentaran con un número menor al de la tasa de reemplazo.
El mecanismo de mercado, libre de la intervención burocrática gubernamental, garantizaría de esta forma la existencia de una población constante, y al mismo tiempo tendría efectos sociales secundarios benéficos, ya que tendería a una situación más equitativa en la que los ricos, al tener más niños, se harían más pobres, y los pobres, por el hecho de tener menos niños, se harían más ricos. Además esto significaría una compensación monetaria para las parejas infértiles.

Si la población terrestre continúa duplicando su número cada treinta y cinco años (como lo está haciendo ahora) cuando llegue el año 2.600 se habrá multiplicado por 100.000 (..) ¡La población alcanzará los 630.000.000.000! Nuestro planeta sólo nos ofrecerá espacio para mantenernos de pie, pues se dispondrá únicamente de 3 cm2 por persona en la superficie sólida, incluyendo Groenlandia y la Antártida. Es más, si la especie humana continúa multiplicándose al mismo ritmo, en el 3.550 la masa total de tejido humano será igual a la masa de la Tierra.
Si hay quienes ven un escape en la emigración a otros planetas, tendrán materia suficiente para alimentar esos pensamientos con el siguiente hecho: suponiendo que hubiera 1.000.000.000.000 de planetas habitables en el Universo y se pudiera transportar gente a cualquiera de ellos cuando se estimara conveniente, teniendo presente el actual ritmo de crecimiento cuantitativo, cada uno de esos planetas quedaría abarrotado literalmente y sólo ofrecería espacio para estar de pie allá por el año 5.000. ¡En el 7.000 la masa humana sería igual a la masa de todo el Universo conocido!
Evidentemente, la raza humana no puede crecer durante mucho tiempo al ritmo actual, prescindiendo de cuanto se haga respecto al suministro de alimentos, agua, minerales y energía. Y conste que no digo "no querrá", "no se atreverá" o "no deberá": digo lisa y llanamente "no puede". (Isaac Asimov, Introducción a la Ciencia, Basic Books, 1973)

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